jueves, 4 de septiembre de 2014

Ficciones alternativas


Además del clásico de Philip K. Dick, quien en el delirante final de su vida, marcado por consumo de drogas y alucinaciones religiosas, llegó a creer que vivía realmente en un universo ucrónico en el que el Imperio Romano pervivía en el momento de su muerte en 1982, la ucronía como género literario dará en el siglo XX títulos tan interesantes como “Lo que el tiempo se llevó” (XXX) de Ward Moore en el que un viajero en el tiempo altera involuntariamente la Guerra de Secesión norteamericana llevando a la Confederación a la victoria (estos Estados Unidos son objeto de un una reciente película, “C.S.A. (Confederate States of America)” en la que se llega a mostrar, como en un falso documental, venta de esclavos a través de teletienda), “Patria” (1992) de Robert Harris, ambientada en la Alemania de los años 60 que sigue siendo nazi, al igual que sucede en la antología “Hitler victorioso: once relatos de la victoria alemana en la Segunda Guerra Mundial” (1988),  “Pavana” (1968) de Keith Roberts donde se muestran los efectos de una conquista española de Inglaterra gracias a la exitosa Armada Invencible, con el resultado de que la Revolución Industrial se da mucho más tardíamente y el peso de la Iglesia católica, Inquisición incluida, es abrumador. Acaba de aparecer en español “Britania Conquistada”, del especialista en el género Harry Turtledove, una ucronía muy sugerente y documentada en que la Invencible triunfa, España ha asentado su dominio en tierras inglesas, la reina Isabel I está prisionera en la Torre de Londres, los ánimos de los nacionalistas ingleses empiezan a inquietarse y el servicio de espionaje español encomienda una obra que alabe las virtudes de Felipe II que encarga a William Shakespeare al que se le sitúa, para comprobar su fidelidad a la monarquía hispánica, al capitán Lope de Vega. Por otro lado, las ucronías españolas tienen excelentes ejemplos en dos novelas de 1976,  “En el día de hoy” de Jesús Torbado y “El desfile de la victoria” de Fernando Díaz-Plaja, ambas bajo la premisa del triunfo republicano en nuestra Guerra Civil. La más reciente y valiosa, literariamente, de las ucronías viene de la mano de Philip Roth con su novela “La conjura contra América” en la que Roosevelt pierde las elecciones de 1940 y es elegido presidente Charles Lindbergh, que mantiene una política neutralista en la guerra, filonazi y atrozmente antisemita. 

                               CSA (Confederate States of America)

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