lunes, 24 de agosto de 2015

Lecturas: El conflicto árabe-israelí (T. G. Fraser)


No me cansaré de decirlo. Hay que saber de qué se habla para ponerse a hablar. En un país como el nuestro, donde todo es prisa y arrogancia, todos (o casi todos) se lanzan a pontificar sobre esto o lo otro, con actitud de “es lo que pienso, y lo que pienso es lo correcto, así que los demás, todos, están equivocados”. Y esto sirve para la política, el fútbol o lo que sea. Para los que pontifican sobre el conflicto árabe-israelí, este libro puede servir para que tengan una idea general del asunto. Es, por tanto, muy recomendable. Más aún, muy necesario. Y más cuando se prohíbe actuar a un músico judío y estadounidense en un festival español, y después se le permite pero entre gritos de “viva Palestina libre” (da para un largo comentario en este blog este incidente), por no haber formulado un compromiso con la causa palestina.

No resumiré, pues ya lo he hecho aquí, la historia del conflicto. Sólo invitaré a la lectura de este básico manual señalando alguna obviedad que puede sorprender a los vociferantes de hoy:

1ª: La adscripción al nazismo del líder de los palestinos en la época del nacimiento del estado de Israel, el gran muftí de Jerusalén, Haj Amin (“Su viaje a Alemania, tras su bien anunciado encuentro con Hitler, y los esfuerzos por reclutar a musulmanes bosnios para las SS resultaron extraordinariamente nocivos para la causa palestina al vincularla con un régimen genocida”). El nazi Haj Amin era tío de Yasser Arafat.



¿Qué hay de lo mío, de lo nuestro?

2ª El hecho de que la Unión Soviética apoyó de forma inequívoca la creación del estado de Israel, por lo que no fue “una maniobra de los americanos, convencidos por el lobby sionista”. Es más, el presidente Truman estaba más bien en contra.

Cartel israelí. El texto:
Larga vida a la unión entre la URSS e Israel


3º 1948 fue la gran ocasión perdida. Que no exista en 2015 un estado de Palestina es porque los políticos palestinos no quisieron en 1948 proclamar el suyo. Prefirieron que seis naciones invadieran a la vez el recién nacido Israel.
En la pancarta central, la clave. Puro 1948

4º Arafat rechazó, en la cumbre de Camp David (julio de 2000) una propuesta que casi habría resuelto el conflicto: “Desde la perspectiva israelí, las propuestas de Barak eran audaces y de fran alcance; podría decirse que ningún líder israelí había llegado hasta tan lejos. De hecho, ofreció a los palestinos una zona contigua que comprendía más del 90% de Cisjordania, una capital palestina en Jerusalén, algún tipo de soberanía compartida sobre la Explanada de las Mezquitas y el regreso de los refugiados a un Estado palestino, pero no a Israel. Clinton, consciente de lo mucho que había cedido Barak, se ofreció a abogar por ella e intentó atraer a Arafat comprometiéndose a recaudar decenas de miles de millones para Palestina […] Pero el líder palestino demostró ser inmune al argumento de que sería la mejor oferta que jamás recibiría. Llegados a ese punto, Clinton vio que no tenía sentido seguir adelante. Dado que muy pronto estallaría la tragedia, la cumbre de Camp David se ha considerado como una de las más claras oportunidades desperdiciadas para resolver el conflicto. Que la responsabilidad de su fracaso haya recaído sobre Arafat o sobre Barak y Clinton ha sido motivo de amargas disputas. Sin embargo, el compromiso de Clinton y su equipo difícilmente puede criticarse”.


5º Sigue olvidándose el gesto de grandeza de Ariel Sharon al retirarse de Gaza en 2005: “Por consiguiente, a finales de 2005 Israel evcuaría todas las ciudades y pueblos de la franja de Gaza y replegaría sus fuerzas de las poblaciones de la frontera con Egipto, si bien este último acto se rescindió posteriormente. La ausencia de tropas o civiles israelíes supondría el fin de cualquier responsabilidad israelí hacia sus habitantes, aunque en la redacción del plan se cuidó que no se perdiera el derecho a la defensa preventiva y/o reactiva”. El resultado de esta retirada es bien conocido: el uso de Gaza para desde ahí lanzar casi diariamente cohetes contra Israel. Con el resultado de réplicas armadas por parte de Israel. De este hecho, la opinión pública y los partidos de izquierda sólo ven los contraataques israelíes. Nunca la agresión previa palestina.  



                

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